El Celofisis era un dinosaurio terópodo. Como todos los terópodos, era un dinosaurio que se alimentaba de carne, principalmente de otros animales, vivos o muertos, así como otros dinosaurios más pequeños y mamíferos. Tenía un cuello flexible que le ayudaba a alcanzar y agarrar a sus presas. Es posible que el celofisis utilizara sus patas con garras para escarbar y sacar de sus madrigueras a pequeños mamíferos. En la mandíbula tenía unos dientes que tenían forma de daga y que habían sido diseñados para rasgar la carne, no para comer hojas y plantas con delicadeza, como los herbívoros.Los ojos y los orificios de la nariz, que miraban hacia delante, le podrían haber ayudado a escoger su próxima sangrienta presa. Podía atrapar a sus presas con mucha agilidad corriendo a gran velocidad con sus fuertes patas posteriores, antes de darse un atracón junto con sus dientes afilados y mordedores. El celofisis era un ávido comedor de carne que podría haberse comido a crías de su propia especie en caso de que la comida escaseara. Con sus formas aerodinámicas, su esqueleto ligero (gracias a los fenestrae, cavidades huecas en los huesos de forma que aligeran el peso del animal) y sus largas y musculadas piernas, el celofisis pudo haber alcanzado bastante velocidad. Podía girar y revolverse a toda velocidad. Una manada de estos dinosaurios habría podido cazar presas mucho mayores que ellos. Este dinosaurio vivía en manadas, y muchas veces, entre manada y manada se peleaban por conseguir el territorio y la comida. El celofisis pudo llegar a medir unos tres metros y a pesar unos simples veinticinco kilogramos. El celofisis recibe su nombre gracias a los fenestrae. Forma hueca es el significado del nombre de este dinosaurio. Se han encontrado restos fosilizados de celofisis en depósitos que datan del periodo Triásico (el primer periodo del Mesozoico) en Arizona y Nuevo México, en los Estados Unidos. El yacimiento de Ghost Ranch en Nuevo México es muy rico en fósiles. Allí se han encontrado ingentes cantidades de fósiles de celofisis y puede que queden miles por desenterrar. El cazador de fósiles norteamericano Edward Drinker Cope bautizó al celofisis en 1897, basándose en restos fragmentarios. Los paleontólogos calculan que a mediados del Triçasico, cuanod abundaba el celofisis, el cinco por ciento de todas las especies de reptiles del mundo. Cuando el celofisis vivía, los continentes estaban unidos en un supercontinente llamado Pangea, donde un día duraba solamente unas 6 horas. El clima era templado o caliente durante todo el año y el celofisis pudo haber deambulado largas distancias en busca de presas. No todos los fósiles de celofisis adultos son iguales, porque hay dos tipos de este dinosaurio, y se diferencian por la longitud y el tamaño. Los paleontólogos (expertos en fósiles) creen que en realidad se trata de machos y hembras, pero todavía se debate mucho cuál es cuál.
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