viernes, 18 de abril de 2014

Ceratosaurio

  
El Ceratosaurio fue un dinosaurio terópodo que tenía un cuerno óseo en la parte superior del hocico, al que debe su nombre. El cuerno óseo del hocico del Ceratosaurus podría haber tenido varias funciones:

  1. El Ceratosaurio podría haberlo sacudido el cuerno para atraer una pareja.
  2. O podría haberlo sacudido para desalentar a los machos rivales.

De estas opciones, podrían haber sido ambas las que fueron utilizadas por el Ceratosaurio. Si el Ceratosaurio hubiera utilizado el cuerno para la función 2, las grandes protuberancias óseas situadas encima de los ojos podrían haber ayudado a proteger este cuerno. El Ceratosaurio tenía un lomo en forma de arco elevado. Ésto hacía que el Ceratosaurio pareciera más grande de lo que en realidad era, al igual que el volante de los ceratópsidos, que tiene la misma función. Una línea de placas óseas pequeñas recorrían su columna vertebral de forma que habrían añadido todavía más "peso" al engaño. Algunos paleontólogos y expertos creen que la función principal de estas placas óseos era radiar calor para enfriar al animal cuando la temperatura era muy elevada. El Ceratosaurio fue un terópodo. Los terópodos se caracterizan por su dieta carnívora y su andar bípedo (andaban a dos patas) entre otras cosas. El Ceratosaurio se movía sobre sus patas posteriores o traseras. Éstas le habrían hecho ser más raudo a la hora de cazar otros animales y tender emboscadas, por lo que apenas alguna presa habría escapado de sus zarpas. El Ceratosaurio o Ceratosaurus poseía unas grandes mandíbulas con las que descuartizaba a sus presas. Estas mandíbulas contenían dientes afilados y similares a hojas de cuchillo. Éstos podían tener más de 15 centímetros de longitud. Los dientes apuntaban hacia atrás, lo que habría ayudado al Ceratosaurio a hundirse más en la carne del animal que había cazado. La mandíbula tenía unos poderosos músculos  que podrían haberle permitido arrancar grandes ingentes trozos de carne de un sólo mordisco. Gracias a el cuerno óseo situado en el hocico, los rebordes óseos que                       
poseía sobre los ojos y las placas habrían hecho al Ceratosaurus  un dinosaurio con un aspecto extraño. Sus poderosas mandíbulas, largos colmillos y cortantes garras le habrían hecho ser uno de los principales depredadores del Jurásico, junto con el Allosaurio, por ejemplo. A la hora de cazar, el Ceratosaurio habría sido tan ágil y veloz como para capturar animales rápidos de aquella época, ya fueran herbívoros o carnívoros. El Ceratosaurio podría haber tendido emboscadas a los animales que cazaban, arremetiendo contra ellas cuando menos se lo esperaban, con su cabeza cornuda. La mayor parte de los paleontólogos piensan que este dinosaurio carnívoro fue un dinosaurio solitario que no cazaba en manadas, ya que se valía por si solo para poder acabar con bestias jurásicas más grandes que él, pero principalmente de tamaño medio. No obstante, un rastro compuesto de varios grupos de huellas fosilizadas (icnitas) rechazan esta teoría tan duradera. Cazando en manada, el Ceratosaurio podría haber acabado con presas muchísimo más mayores que él, como el Seismosaurio. El Ceratosaurio tenía una longitud de entre cuatro metros y medio y seis metros de longitud, desde la cola hasta la punta del hocico. El Ceratosaurio podría haber tenido una altura de dos metros en la cadera en forma de lagarto, y unos tres metros aproximadamente desde el suelo hasta la cabeza. Su peso podría haber variado entre una tonelada y dos toneladas. En las canteras de las Montañas Rocosas de Utah y Colorado (localizadas en Estados Unidos) es donde se han encontrado restos fósiles y esqueletos de este dinosaurio carnívoro en rocas que datan de entre 154 y 144 millones de años, es decir, en rocas que datan del Jurásico superior o final. Hay tres especies diferentes de este dinosaurio:


  • Ceratosaurus nasicornis
  • Ceratosaurus magnicornis
  • Ceratosaurus dentisulcatus
Los primeros restos de Ceratosaurio (pertenecientes a la primera especie, Ceratosaurus nasicornis) fueron encontrados en 1884 en una cantera situada en Colorado, EEUU. Los paleontólogos encontraron un esqueleto casi completo, además de otros que fueron más parciales. El dinosaurio fue estudiado por Charles Othniel Marsh, uno de los principales expertos de la época en estos animales y fue él quién le bautizó con el nombre Ceratosaurio.
ESTILO DE CAZA
La velocidad y la ferocidad eran esenciales para que el ceratosaurio venciera a herbívoros grandes como un Estegosaurio, de dos toneladas. La cola, larga y poderosa, con la que el defensor (el estegosaurio) azotaba al depredador tenía unos pinchos mortales que podían acabar con el Ceratosaurus. El Ceratosaurio cargaba contra su lento objetivo, arremetiendo con su cuerno contra el costado del Estegosaurio y rasgando la carne de la presa con sus dientes y sus garras. La presa, en este caso el Estegosaurio, podría haber empezado a mover la cola, lanzando latigazos con la cola, aunque el Ceratosaurio estuviera ya a distancia, mientras se desangraba. Debilitado por la pérdida de sangre, el fluido vital, el Estegosaurio habría caído sobre el suelo y el Ceratosaurio habría empezado su festín.

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